IX FESTIVAL DE FLAMENCO VA SUCINA (MURCIA) DEL 15 AL 18 DE JULIO 2015

RECINTO EXTERIOR DEL CENTRO CULTURAL MUNICIPAL DE SUCINA
La Unesco declara el Flamenco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en Nairobi 16.11.10
El Ejecutivo de la Región de Murcia declara Bien de Interés Cultural inmaterial los Cantes Mineros y de Levante

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jueves, 4 de enero de 2007

Canalejas de Puerto Real: Cantaor


Juan Pérez Sanchez: 1905-1966: Lámpara Minera año 1963:
Nace en 1905 en el Callejón del Obispo de Puerto Real - Cádiz - Jaén 1966.
El apodo de Canalejas se debe a una característica de la época de comparar a la gente con personalidades de entonces.
Descendiente en su tercera generación de la familia gitana de Jerez de "los Paquirri", (de ahí tal vez la facilidad que siempre tuvo para acompasar cualquier canción y hacerla festera, pues sin duda el cante por bulería con su personalísimo sello fué su principal virtud, dentro de su amplísimo repertorio.
Cierta noche fueron "Canalejas" y su hermano apodado "Moret" al Teatro Real de San Fernando a escuchar a Manuel Torre, no quedando (al menos buenos aficionados) contentos con la actuación del genial maestro, a la mañana siguiente, en la reunión que tenían los cabales después de cualquier actuación, se coló como de rondón el jovencísimo Canalejas y en medio de los aficionados allí presentes se arrancó por siguiriya, haciéndole el cambio de Manuel Torre y dejando con apenas 13 años boquiabiertos a los grandes aficionados que en torno al maestro jerezano se dieron cita, animándole a seguir por esa línea de pureza los allí presente y regalándole (quizá su primer jornal) la nada despreciable cantidad por entonces de cincuenta pesetas.
Además de los cantes de Manuel Torre, gustaba a Canalejas realizar los del otro gran maestro de Jerez, el Niño de Gloria, sobre todo sus fandangos y saetas, sin que faltaran los tangos, soleares o bulerías de la Niña de los Peines.
Marchó a Barcelona en barco, y de la mano de Rafael Cabeza, frecuentó los lugares donde el flamenco tenía lugar, empezando a darse a conocer, unos dicen que con el nombre de Niño de Jerez, otros con el de Canalejas de Jerez. A partir del año 1932 comenzó a tener popularidad en Barcelona, va actuando por Valencia y por Madrid, donde debuta con el Pena hijo y con el célebre Angelillo en el Salón Olimpia, hasta que en el año 1934 junto a José Cepero, se presenta en el conocido y desaparecido Circo Price de Madrid.
Su canción, Rocío ¡hay! mi Rocio cantada por fiesta, fué la novedad en 1934 en su gira por España en compañia de Pastora Pavón "Niña de los Peines" y José Tejada "Pepe Marchena". "Rocío" fué su primera grabación- En 1935 1936 sigue haciendo giras y al inicio de la guerra civil le coge en Jaén donde se queda a vivir.
Estuvo preso en la cárcel de Chupones en Puerto Real al parecer por sus ideas republicanas.
1939 Inicia un espectáculo en la plaza de toros de Cádiz, al lado de la Niña de los Peines y el Sevillano, Realiza gira por España en esta época conocida en el flamenco como la época de la ópera flamenca.
Todos los años acuadia en la semana santa jienense para cantarle (según promesa suya) la saeta a Nuestro Padre Jesús y a su pueblo natal Puerto Real.
1960 Hace su debut en el tablao de las Brujas de Madrid, y en el tablao Torres Bermejas. Posteriormente se dedica a los concursos en especial a los cantes de Levante en los que consigue importantes premios.
1963 1º Premio Mineras - Lampara Minera en el l Concurso Nacional de Cantes de las Minas de La Unión.
1964 1º Premio de cantes de Levante en el Concurso Nacional de Córdoba
1964 2º Premio para profesionales de Cartageneras, celebrado en la localidad de Cartagena
Ríos Ruiz comentó en cierta ocasión que "entre la maraña de sus cuplés por bulerías, existía en él un sedimento flamenco digno de atención", comparándole con Manuel Vallejo y con Pepe Pinto como cantaores que necesitaban revisarse por parte de los estudiosos
Anselmo González Climent lo consideró como brillante saetero que compitió con personas de la talla de Pastora Pavón (La Niña de Los Peines), del Gloria o de Vallejo, sin olvidarse de la dulzura que imprimía a los cantes de Levante.