IX FESTIVAL DE FLAMENCO VA SUCINA (MURCIA) DEL 15 AL 18 DE JULIO 2015

RECINTO EXTERIOR DEL CENTRO CULTURAL MUNICIPAL DE SUCINA
La Unesco declara el Flamenco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en Nairobi 16.11.10
El Ejecutivo de la Región de Murcia declara Bien de Interés Cultural inmaterial los Cantes Mineros y de Levante

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miércoles, 31 de enero de 2007

Palos del Flamenco: Fandango

Fandango: Del porugés. fado, y éste del latín. fatus, hado.] Cante con copla de cuatro o cinco versos octosílabos, que en ocasiones se convierten en seis por repetición de uno de ellos, y cuyo nombre también corresponde al baile que acompaña. Aunque en el principio fue cante para bailar, en la actualidad muchas de sus variantes son cantes para escuchar, tanto de naturaleza comarcal como los de creación personal o artísticos. Como baile es un estilo muy antiguo. que ha ido adquiriendo con el tiempo características propias del flamenco. Se trata esencialmente de un baile de pareja con giros propios de los bailes de galanteo. En torno a los orígenes y evolución del fandango. José Blas Vega ha escrito lo siguiente: «Según el diccionario etimológico de Corominas, el origen de la palabra fandango es incierto: probablemente se deriva del vocablo portugués fado, que sirve para designar un canto y baile típico. Los trabajos de varios musicólogos, recogidos en la Enciclopedia de la música de Lavignac, coinciden al emplear esta palabra como genérica denominación de un aire de danza española de tres por cuatro de vivo movimiento, dentro del cual pueden afiliarse malagueñas, rondeñas, granaínas y murcianas, poco diferentes entre sí. Y aunque era conocido hacia fines del XVIII —en Portugal a comienzos del XVI se usó esfandangado para designar un canto popular—, la primera vez que hallamos el término es en un entremés anónimo de 1705. El novio de la Aldea, El deán Manuel Martí escribía (17-3-1712), en latín, describiendo el fandango: "Ya conocéis esta danza de Cádiz, famosa desde hace tantos siglos...". Este autor hace toda una descripción y glosa el fandango desde diversos aspectos, por lo que apoyados en su teoría y en otras modernas, creemos que es, en su forma esencial, un baile con acompañamiento de copla, árabe en sus orígenes por las semejanzas con la zambra arabigoandaluza y las jarchas mozárabes, extendiéndose y aclimatándose en las regiones españolas, tomando nombre y propiedad, tal la jota o la muñeira. Así, nuestra morfología se generalizó y se caracterizó en el fandango, llegando en el siglo XIX a ser cante y baile nacional por excelencia, como lo demuestran los escritos de Giovanni Casanova, Borrow, Ford, Quinet, Dumas, Gautier, Davillier, De Amicis, etc. Desde 1870, la mezcla de los cantes flamencos con los andaluces abrió horizontes y se configuraron nuevas formas expresivas y estilísticas, siendo el fandango el estilo mas favorecido por este enriquecimiento de matices. Y la asombrosa pluralidad del fandango andaluz como expresión típica de cada pueblo o comarca natural andaluza, sería la base sustancial para el fandango no regional, que es el fandango personal, tan conocido y popularizado en los últimos tiempos, pero cuya evolución data de 1880 a 1915, cuando el cante de Levante gozaba de su máximo esplendor. Este fandango que se crea al final de una época de grandes malagueñeros, se deslocaliza en cuanto a sabor, no es bailable, y sí libre de compás, admitiendo un deleite melismatico en cada tercio. Con estas notoriedades y significaciones y una clara tendencia a pasar del puro compás a una ejecución casi ad libitum, mas libre, aparecen las primeras personalizaciones fandangueriles, iniciadas por El Niño de Cabra. Rafael Pareja, Pérez de Guzmán, El Gloria, etc., pero es Pepe Marchena quien desregionaliza el fandango alejándolo de los moldes clásicos y masificándolo por completo, mientras Manolo Caracol sigue otra línea fandangueril, también personalista, pero llena de emocional sentimiento y de gitanísima jondura en su técnica interpretativa». (Véase Cartagenera, Fandango De Güejar-Sierra, Fandango de Huelva, Fandangos Granadinos, Fandanguillo, Granaína, Malagueña, Minera, Murciana, Bondeña, Taranta, Taranto y Verdiales.).
El Niño de la Albarizuela
Datos extraidos del Diccionario Flamenco
de Jose Blas Vega y Manuel Rios Ruiz
Cinterco - 1985.