
Marchó a Madrid para estudiar.En la capital conoció al cantaor sevillano Manuel Escacena al que transmitió sus conocimientos sobre los palos mineros. En 1952 regresa a Cartagena para asistir a la Semana Santa. Asistimos al momento decisivo de su encuentro con Antono Piñana, padre. Se inicia una amistad entre ambos y el trasvase de la herencia de El Rojo El Alpargatero. A partir de entonces el Rojo Hijo se vincula al nacimiento del Festival del Cante de las Minas hasta su fallecimiento. Se le atribuye una tarantilla.
Foto y Texto: Murciajonda.