Miguel Flores: ’El Capullo de Jerez’: 1954, recuerda lo mejor del cante añejo y del flamenco como forma de vida. Cantaor las 24 horas del día no puede esconder que es jerezano y su voz es inconfundible en medio de la mayor cantera del género del mundo, el barrio de Santiago. Su gran valor es precisamente su estilo genuino en un medio cada vez más monótono y academicista. Nació el 3 de abril de 1954, en la calle de Cantarería, en un patio de vecinos donde se cantaba todas las noches. La vida y esos ambientes tan festeros han marcado su arte y de ahí bebe su forma de interpretar las canciones además del imborrable recuerdo e influencia de viejos mitos jerezanos como La Paquera o Tío Borrico. La bulería es su terreno más personal. Pocos flamencos están tan pasados de compás como El Capullo y tienen esa capacidad natural de cuadrar siempre a la perfección los tercios. Después de casi tres décadas de rodaje profesional, adquiriendo poso en cientos de fiestas y reuniones, se encuentra en el mejor momento de su carrera.