Sebastián Contreras, "Bastián"
Sebastián Contreras de los Reyes, Bastián, nació en 1951 en Los Barreros (Cartagena) pero con la edad de dos años su familia se instaló en el barrio de San José Obrero de Alcantarilla. Con familia procedente de Lorca (su padre) y de La Línea de la Concepción (su madre), de amplia tradición flamenca, comienza cantando para amigos y fiestas. Con 15 años marcha a Mallorca a cantar en los tablaos y salas de fiestas. En el tablao Los Rombos coincide con artistas de la talla de Chiquetete e Isabel Pantoja. El dueño de dicho local se lo quiere llevar a Madrid al ver en Bastián un buen artista pero su padre se opuso a ello, nunca quiso que fuera cantaor. De vuelta a Murcia, se convierte en un cantaor muy solicitado en peñas y academias de baile debido a su voz racial y redonda y a su compás, quizás el más destacado que ha habido en la Región de Murcia. Es un cantaor largo, capaz de interpretar los cantes mineros, los palos a compás y los cantes bajoandaluces como la soleá o la seguiriya con gran solvencia. Formó un cuadro flamenco con El Torero y la bailaora la Remedios que tuvo un relativo éxito. Su calidad le llevó a ganar un premio por bulerías (2000) y otro por tarantos (2001) en el Festival del Cante de las Minas de La Unión.
Hoy día es el cantaor más solicitado para acompañar al baile y se encuentra plenamente en activo.
Sebastián Contreras de los Reyes, Bastián, nació en 1951 en Los Barreros (Cartagena) pero con la edad de dos años su familia se instaló en el barrio de San José Obrero de Alcantarilla. Con familia procedente de Lorca (su padre) y de La Línea de la Concepción (su madre), de amplia tradición flamenca, comienza cantando para amigos y fiestas. Con 15 años marcha a Mallorca a cantar en los tablaos y salas de fiestas. En el tablao Los Rombos coincide con artistas de la talla de Chiquetete e Isabel Pantoja. El dueño de dicho local se lo quiere llevar a Madrid al ver en Bastián un buen artista pero su padre se opuso a ello, nunca quiso que fuera cantaor. De vuelta a Murcia, se convierte en un cantaor muy solicitado en peñas y academias de baile debido a su voz racial y redonda y a su compás, quizás el más destacado que ha habido en la Región de Murcia. Es un cantaor largo, capaz de interpretar los cantes mineros, los palos a compás y los cantes bajoandaluces como la soleá o la seguiriya con gran solvencia. Formó un cuadro flamenco con El Torero y la bailaora la Remedios que tuvo un relativo éxito. Su calidad le llevó a ganar un premio por bulerías (2000) y otro por tarantos (2001) en el Festival del Cante de las Minas de La Unión.
Hoy día es el cantaor más solicitado para acompañar al baile y se encuentra plenamente en activo.
Ha actuado en diversas ocasiones en la Peña Flamenca de Sucina, donde se le quiere y aprecia.