"Los cantaores deberíamos hibernar, como los osos; el trabajo flojea en otoño-invierno"
¿Es posible ganarse la vida de cantaor en invierno cuando hay pocas actuaciones?
Los cantaores deberíamos hibernar como osos porque el trabajo flojea en el otoño-invierno, pero las facturas llegan todo el año, bromea. Todas las profesiones tienen sus momentos difíciles. Hay economistas o abogados que tienen que lidiar con el paro, y eso es muy duro.
¿No tiene miedo a la crisis?
Yo tomé mis medidas. Hice mi carrera de magisterio, por si acaso, y me dedico al cante con gran placer.
¿Rocío Márquez Limón es nombre de folclórica más que de cantaora?
Cuando era pequeñilla y empecé a hacer mis pinitos, al ser Limón mi segundo apellido, como muchos cantaores, estuve a punto de cambiármelo. Pero me dio pena por mi padre.
¿Siendo joven y bien ‘plantá' se puede tener el desgarro que requiere una minera?
La experiencia es un grado en el flamenco, pero la formación y el aprendizaje también. Lo que transmito es un sentimiento, que puede ser abstracto, pero profundo. Y las propias historias que contamos son tan tremendas por sí mismas que emocionan. Es un dolor que sin vivirlo te pone los pelos de punta.
¿El duende gitano existe o la técnica mató el encanto?
Soy partidaria de la técnica al servicio del arte y no al revés. A veces, no sale el tercio tan perfecto pero transmite más. Y esto también hay que permitírselo y no ser tan rígido.
¿Ganar el Cante de las Minas es un bautismo de fuego o un escalón más?
Para mí ha supuesto un antes y un después. No me podía imaginar la repercusión mediática. Estoy muy agradecida a Murcia y me encuentro como en mi casa, por el cariño que me dan. Me han hecho plantearme qué quiero hacer en la vida y es cantar.
¿Muchos son llamados por el cante y poco los elegidos?
Es una suerte que la vida y la naturaleza me hayan dado este privilegio y sólo tengo palabras de agradecimiento.
20minutos.es Murcia