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sábado, 6 de diciembre de 2008

Francisco Perujo"El flamenco está en tránsito, se sabe de dónde venimos pero no adónde vamos"


Francisco Sánchez Múgica / Jerez 06.12.2008 Diario de Jerez

-¿Qué se ha encontrado nada más aterrizar en la dirección de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco?

-Me he encontrado una maquinaria muy bien engrasada porque contaba ya con unos años de rodaje, que hace muchas cosas y que tiene la intención de poner criterio al flujo incesante de peticiones de colaboración que recibimos por parte de todos los sectores que componen la sociología diversa, compleja y particular del mundo del flamenco. Bibiana (Aído), mi antecesora, le dió una compostura y un orden importante. Sacó gran parte de toda nuestra batería de iniciativas desordenadas como ayudas públicas en concurrencia competitiva en el BOJA. Voy a tratar de consolidar eso teniendo claro que cuando uno gestiona recursos públicos debe hacerlo con una mano en el corazón y la otra en el BOJA. Es la única manera de gestionar con rigor.

-¿Tiene compás la Agencia para encarar el futuro o está un poco 'rozá' tras un comienzo fulgurante?

-No, la Agencia no está 'rozada', está rodando. Tiene un importante flujo de tareas diarias que resolver. Me gusta cambiar la filosofía de pedir por la de proponer proyectos a las diferentes baterías de ayudas que tenemos y que se resuelven y deliberan colegiadamente en comisión. Es lo más ponderado para responder con recursos finitos a peticiones ilimitadas, que es lo que hacemos a la postre.

-Lo más difícil habrá sido hacer calar el mensaje al mundo del flamenco de que la Agencia está para cooperar, no para competir..

-Bueno, la Agencia no está para competir, está para incentivar y potenciar la que es sin duda la industria cultural más distintiva de Andalucía. El flamenco genera identidad y riqueza, tiene un tejido productivo, pese a lo paradójico, consolidado y emergente que supone la industria cultural más distintiva de Andalucía.

-Mucha gente tiene la percepción de que las ayudas siempre van a parar al mismo sitio...

-Es una percepción errónea. En este último año la recepción de ayudas ha quintuplicado a las del año anterior, se han tramitado casi cinco veces más ayudas que en el año anterior. Lo cual quiere decir que se ha extendido a la comunidad potencial de beneficiarios, que es el tejido productivo, asociativo y el de los investigadores. Considero que lo que se hace es actuar conforme a lo que dictaminan las normativas que se aplican a las ayudas públicas.

-Es decir, ¿cualquiera con un buen proyecto hilvanado puede optar a esas ayudas públicas?

-Cualquier artista. Sin problemas. Vengo a la Agencia sin ropajes, sin prebendas ni prejuicios. No tengo vocación de continuidad ni ambición de prosperidad. Sé de dónde vengo y adónde vuelvo. Soy periodista y director de la Agencia, una coincidencia muy enriquecedora.

-En estos paquetes de ayudas, imagino que habrá prioridad para la gente que empieza.

-Creo que hay que conciliar exigencias que no son contrapuestas pero que requieren de un cierto criterio para que, justamente, no se contrapongan. Y me explico. ¿Tenemos que estar al lado de las grandes figuras del flamenco que son puntas de lanza de la internacionalización del flamenco? Sí. Pero además de estar con las figuras hay que dar la oportunidad a los que menos oportunidades tienen, ya sea porque son jóvenes o porque llevan mucho tiempo y se han descolgado mucho respecto a los que habitualmente figuran en las programaciones. Y, a su vez, tenemos que estar al lado de los jóvenes, algo que estamos intentando hilvanar, por ejemplo, a través del convenio 8 provincias, en el que ponemos la condición de que los artistas que se beneficien tengan menos de 35 años.

-¿Qué más retos tiene sobre la mesa en estos momentos?

-Recientemente hemos firmado un convenio con el Instituto Cervantes y hemos conseguido que se le haga un hueco permanente y estable al flamenco en él. El objetivo es que en los centros de documentación de los Institutos haya un hueco fijo para una bibliografía, videografía y una discografía básica del flamenco. Es lo que vamos a poner en pie en los próximos años.

-¿Y cómo se encuentra esa idea de potenciar la inclusión del arte 'jondo' en el terreno de la enseñanza universitaria?

-En el tiempo que llevo aquí he contactado ya con la Secretaría General de Universidades, dependiente de la Consejería de Innovación. Le he presentado un proyecto para que el flamenco tenga más presencia en la Universidad. El objetivo es dar el salto del salón de actos al aula. En un periodo de tiempo razonable creo que podremos aquilatar e introducir en el mapa de los posgrados el flamenco. En todo caso, el flamenco tiene que estar presente en los escalones inferiores del sistema reglado de enseñanza.

-Que llegue a los colegios y a los más pequeños, en definitiva.

-Es necesario que los niños y niñas andaluces a muy corta edad tengan conocimiento del flamenco en las aulas. Pero no hay unanimidad científica, hace falta tener el bloque de conocimientos depurados, hay que tener la metodología y tener una tropa docente al servicio del flamenco en las escuelas. Esto es un proyecto que excede una legislatura, pero que no hay que perder en el horizonte. Lo que era un compromiso ya es un mandato.

-¿Sigue preocupando la imagen exterior del flamenco?

-Estoy creando un área de internacionalización del flamenco. Eso, sin descuidar la necesidad de que el flamenco siga teniendo el mismo poder de convocatoria en casa. Es decir, hay que tener un buen escaparate, una buena fachada, pero no podemos descuidar el patio interior. Es una exigencia doble que debo conciliar. El flamenco es jamón del bueno y aceite del puro, que son productos andaluces que gozan de una importante internacionalización. La internacionalización del flamenco hay que verla desde una doble perspectiva: ir para que vengan y calidad para que vuelvan. Es una de las áreas que quiero incentivar y creo que es un indudable yacimiento de empleo.

-Usted que es periodista, resuma en un titular en qué estado se encuentra actualmente el flamenco.

-Creo que sabemos de dónde venimos pero no sabemos a ciencia cierta hacia dónde vamos. Está en fase de tránsito, pero soy poco amigo de las especulaciones. Hay muchas voces y pocos portavoces, por ejemplo. Desde la Administración autonómica es complicado porque no tenemos a veces interlocutores válidos para acordar cómo responder con acierto a las exigencias de todos los ámbitos del flamenco. El único sector realmente musculado y vertebrado es el de las peñas, que son ilustres sucursales del arte jondo. Otra de las paradojas que no invitan a hacer especulaciones es que del flamenco conocemos las letras, pero no conocemos los números. Tenemos certeza de que es nuestra industria cultural pero no sabemos cuál es el porcentaje de incidencia del flamenco en el PIB.

-Tal vez pudiéramos llevarnos grandes sorpresas...

-Puede que nos llevemos grandes sorpresas. He planteado la necesidad de hacer ese trabajo de campo que arroje luces donde ahora hay sombras. Es fundamental dimensionar cuál es el impacto económico del flamenco en nuestros días. Partimos de tabula rasa. Sólo hay islotes cuando finaliza el Festival de Jerez o la Bienal, pero poco más.

-¿Le parece que el Centro Andaluz de Flamenco está infrautilizado o minusvalorado?

-El CAF es el mayor centro documental de flamenco en el mundo y tiene que estar necesariamente en la ciudad del flamenco en el mundo, que es Jerez. Éste arroja unas cifras incontestables: tiene 120.401 registros físicos, que a día de hoy sería convertibles en 300.000 registros digitales. Está digitalizado ya el 25% de los fondos del CAF en apenas dos años. Tras 20 años ha adquirido la magnitud que tiene hoy en día. Por el CAF pasan 16.660 personas al año y esto arroja una cifra de 332.000 visitas físicas desde su nacimiento. Creo que es una institución imprescindible para el flamenco y será complementaria con la Ciudad del Flamenco.

-¿Qué le parece ese proyecto?

-Es ambicioso. Se encaja dentro de un proyecto de ciudad del actual gobierno de Jerez, un proyecto retomado que encuentra aliados institucionales a todos los niveles porque de lo contrario no podría salir adelante. Va a ser un edificio emblemático que tendrá contenidos importantes. Desde el primer momento la Junta tiene que estar en la figura jurídica encargada de gestionar las obras y el proyecto. Por eso se va a hacer una modificación a los Presupuestos por 250.00 euros. Un dinero que se añade a los 637.679 euros que invierte en flamenco la Junta, a través de la Consejería de Cultura, en Jerez sólo para este año. No hay otra ciudad como ésta legitimada para abordarlo y acometerlo. Desde el principio, estará el apoyo decidido y convencido de la Administración autonómica básicamente con la dotación de contenidos para el museo. Esperemos que en un horizonte de tiempo razonable el proyecto vea la luz por el bien del flamenco en general.

-Otro de los grandes proyectos en torno al flamenco en la ciudad es el Festival de Jerez, ¿qué le parece su evolución en casi trece años?

-Los grandes festivales de flamenco están constreñidos al cuadrilatero del escenario, pero para el de Jerez lo importante es la vertiente formativa. Esto provoca que mil personas de casi 30 países distintos vengan a Jerez a aprender flamenco. Cuenta, por supuesto, con el apoyo al máximo nivel de la Agencia y contará en 2009 con 180.000 euros para que sea de nuevo un éxito.

-¿Qué le parece el proyecto de Jerez 2013, Año del Flamenco?

-Todos los días del año son muy flamencos en Jerez. No puedo entrar a valorarlo porque desconozco cuál es el enfoque, el contenido y programación, pero lo considero muy interesante porque trata de poner el foco sobre un asunto que en muchas ocasiones lo tenemos tan cerca que lo descuidamos.

Fuente: diariodejerez.es

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