IX FESTIVAL DE FLAMENCO VA SUCINA (MURCIA) DEL 15 AL 18 DE JULIO 2015

RECINTO EXTERIOR DEL CENTRO CULTURAL MUNICIPAL DE SUCINA
La Unesco declara el Flamenco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en Nairobi 16.11.10
El Ejecutivo de la Región de Murcia declara Bien de Interés Cultural inmaterial los Cantes Mineros y de Levante

Páginas

miércoles, 11 de agosto de 2010

ANIVERSARIO EN LA CATEDRAL Crónica de las galas del 50 Festival Internacional del Cante de las Minas


ANIVERSARIO EN LA CATEDRAL

Crónica de las galas del 50 Festival Internacional del Cante de las Minas

El flamenco tiene futuro. Esa es la conclusión a la que cualquier aficionado puede llegar tras escuchar, el día 4 de agosto, las actuaciones de los jóvenes ganadores del pasado año: el cantaor “Churumbaque”, la bailaora Ana Morales, el guitarrista José Antonio Cortés y el pianista Borja Évora. Todos ellos demostraron pasión y dominio de la técnica, dimensiones en las que cualquier artista que se precie de serlo nunca puede fallar. Por cierto, el pregón del presidente Valcárcel resultó excesivamente extenso.

.
Al día siguiente, espléndida gala la que nos ofreció el Ballet Nacional de España, bajo la dirección de José Antonio. Original y bella puesta en escena de las canciones populares españolas que García Lorca arregló al piano en los años 30 para la voz de la Argentinita: Anda jaleo, la Tarara, los cuatro muleros, sevillanas del siglo XVIII, nanas o el Café de Chinitas. En el escenario, decorados y proyección audiovisual de imágenes creadas por Dalí, simbología surrealista que forma parte ya de nuestra cultura moderna. Sobre las tablas unos buenos bailaores y bailaoras, la magnífica armonización e interpretación de un maestro del jazz flamenco, Chano Domínguez. Magnífica la voz gitana de Esperanza Fernández. No crean que exageramos los calificativos porque fue una noche digna del 50 aniversario del festival minero.

.
La siguiente actuación correspondió a Enrique Morente, acompañado de su habitual grupo de voces y palmas para interpretar, con maestría renovadora, todo lo que toca: tonás, tientos, siguriyas, alegrías o nuestra levantica. Entre las guitarras la de Rafael Riqueni. Acredita Morente en todos los cantes su conocimiento enciclopédico de la historia del flamenco, aunque sea denostado por los flamencólogos y aficionados puristas. El granadino los renueva constantemente enviándonos el mensaje que el cante nace nuevo, por primera vez, en cada interpretación. Así enlentece los estilos tradicionalmente más rítmicos, acelera el compás de los cadenciosos, introduce nuevos matices melódicos, o graba discos con bandas de rock o con las Voces Búlgaras. Nunca olvida Morente que en el año 1964 participó en el Concurso de Cartageneras, celebrado en el coso taurino de la capital departamental, y aunque no ganó, se fijó en él Pepe Marchena, quien lo contrató para su compañía, comenzando así su carrera profesional.

.

Del sevillano Marchena aprendió los cantes de nuestra tierra, especialmente la taranta.

.
La noche del sábado 7 le tocó el turno a la cantaora catalana Mayte Martín, quien recibiera la Lámpara Minera en su momento, y a continuación el guitarrista Manolo Sanlúcar. Estamos ante otra renovadora pero que no llegó a conectar con el público como en otras ocasiones, tal y como le ocurrió a Sanlúcar. No siempre se está igual.

.
José Mercé y el bailaor Israel Galván subieron al tablao al día siguiente. El cantaor jerezano hace siempre honores a su tierra pues de allí es su estilo más jondo por siguiriyas, (uno de los mejores siguiriyeros del momento), soleares o bulerías. Aclamado por su público a la finalización de la actuación, tuvo que retornar nuevamente para cantar coreado por los asistentes sus conocidos temas “Aire” y “Al alba”, la famosa canción de Luis Eduardo Aute que Mercé mete magníficamente por bulerías. Israel Galván se alzó en ediciones pasadas con el premio “El Desplante” que el Festival otorga al mejor bailaor o bailaora. Estamos ante un Picasso del baile flamenco, a quien no todo el mundo entiende quizá por su frialdad conceptual, al incorporar al flamenco mucho de danza contemporánea. En esta ocasión gustó. Por cierto, Lagos, su cantaor de Jerez, comenzó los tarantos con una letra que es una quintilla del trovero Marín (1865-1936), nuestro paisano de La Palma: “Soy piedra que a la terrera/ cualquiera me arroja al verme/ parezco escombro por fuera/ pero en llegando a romperme/ doy un metal de primera”.

.
Por fin, Miguel Poveda. Lámpara Minera en 1993. Nacido en Cataluña, su padre es de La Paca (Lorca) y su madre es manchega de Puertollano. Su actuación fue un homenaje a los cantes de Jerez y a los de Cartagena y La Unión: minera, cartagenera del Rojo el Alpargatero, levantica y el abandolao que grabara Antonio Piñana: “Hermosa flor de Levante/ mocita cartagenera…” De la capital del vino fino se trajo al veterano cantaor “El Zambo”, un bailaor de lujo, palmeros y la guitarra de Moraito Chico. De tierras catalanas la de “Chicuelo” y la de José Ramón Caro, el magnifico guitarrista que, como hizo la mili en Cartagena le enseñó a Poveda el cante que lleva el nombre de la ciudad. En efecto, en los cafés cantantes y posadas del casco antiguo cartagenero se gestó en los años 80 del siglo XIX. Todo un derroche de tonás, tangos y las bulerías, el cante jerezano más conocido, que todos los artistas bailaron y especialmente Miguel, que hasta eso hace bien. No se lo pierdan nunca, bien sea en un recital flamenco, cantando tangos, fados o coplas, como tuvimos oportunidad de escuchárselas no hace mucho en el Teatro Circo, con nuevos arreglos. Un artistazo que siempre se entrega generosamente.

.
Y Paco de Lucía. Incorporó a su grupo la armónica, un instrumento que no ha tenido nunca nada que ver con la tradición flamenca hasta que Paco lo hace posible, como en su momento trasmutó en jondo un instrumento del folklore peruano: el cajón. Gana siempre nuevos sonidos para nuestro arte, en quinen la cultura española ha tenido en él durante décadas a su mejor embajador por el mundo. El de Algeciras dialoga constantemente con otras músicas en feliz mestizaje como la clásica o el jazz y lleva consigo voces que hacen presentes a su amigo Camarón de la Isla, como la de Duquende. Como en casi todas las actuaciones del festival el público, puesto en pie, pidió más temas con contundencia y el guitarrista correspondió. Broche de lujo a las galas de un certamen que ha contado con artistas que han marcado el final del siglo XX y están poniendo las bases del flamenco del futuro, de las que beben todos los jóvenes que vienen empujando. En los próximos días les toca el turno a ellos, a los que quieren abrirse camino, porque comienza el concurso para seleccionar a los mejores que estarán presentes en la gran final del sábado. Será en el antiguo Mercado Público, construido por el arquitecto modernista Víctor Beltrí en 1903, pero transformado por la magia jonda en Catedral del Cante, pues en su seno se oficia la gran liturgia del flamenco.
.
JOSÉ SÁNCHEZ CONESA

No hay comentarios: