NORBERTO TORRES INDAGA EN LAS NUEVAS VÍAS QUE HA ABIERTO PACO DE LUCÍA. ALGECIRAS 19.11.10 EUROPA SUR

Norberto Torres indaga en las nuevas vías que ha abierto Paco de Lucía.

El crítico y guitarrista considera al algecireño como un adelantado a su tiempo y que es el artista principal que ha elevado al flamenco como patrimonio universal

D. L. / Algeciras | Actualizado 19.11.2010 - 01:00

Norberto Torres, durante su conferencia en la Politécnica.

El guitarrista Norberto Torres aseguró ayer que el artista algecireño Paco de Lucía fue un adelantado de su tiempo en lo musical y en lo artístico al abrir nuevas vías al cante y al baile. Sostuvo que es el personaje principal que ha llevado a encumbrar al flamenco como patrimonio inmaterial de la Humanidad.

Fue una de las conclusiones que dejó en la ponencia Evolución de los toques de Paco de Lucía: de lo clásico a lo contemporáneo. Destacó del genio de La Bajadilla su valentía y su resistencia para llevar su arte por medio mundo.

Repasó su evolución desde que comenzó a vivir el flamenco en su casa hasta convertirse hoy en un referente. Sus primeros pasos fueron marcados por el toque clásico. Dijo que Paquito tenía predisposición natural para la música, a lo que sumó la disciplina con la que aprendió y a que respiró este arte desde pequeño. "Le llegó el ritmo en el seno de su familia".

Explicó que sus progresos fueron rápidos porque fue obediente, constante, por su capacidad de asimilación y por su control de la técnica. Empezó como acompañante y pronto se notó su primera gran influencia, la de Niño Ricardo, el tocaor andaluz del momento. De él recogió la tradición rasgueada.

Pero pronto bebió de las fuentes de Sabicas y Escudero, a partir de los cuales tomó conciencia de que era posible una carrera como concertista. De Dioniosio Aguado heredó el virtuosismo y un exhibicionismo que asombraba al público. El crítico de Lyon destacó del algecireño su toque rotundo y porque fue capaz de sintetizar el tocaor con lo virtuoso. No olvidó el brillante dúo que formó con Camarón de la Isla. Fueron dos mundos que coincidieron en la voluntad de renovar el flamenco y el cante.

Dijo que agotó el toque tradicional para fusionar el bajo andaluz rítmico y el color azufre del Levante. Se colocó entre el Atlántico y el Mediterráneo. Fue el arranque de un nuevo lenguaje armónico y de la renovación de lo clásico. Situó el disco Almoraima (1976) como la hoja de ruta del flamenco contemporáneo. Trajo el poder del ritmo y luego llegarron la improvisación y sus famosos picados hasta alcanzar el concepto de grupo flamenco actual.

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