Juan José Heredia Heredia "Niño Josele".Nace en Almería. 1974“. Paz es la carta de amor de Niño Josele a Bill Evans y a todos quienes se acerquen a una música que no tiene otra ambición que la de conmovernos con su belleza”, escribe Fernando Trueba sobre el nuevo álbum de Niño Josele. Paz es la guitarra de Niño Josele inspirada por el piano de Bill Evans. Dos sensibilidades que nacen de mundos y músicas diferentes y que hoy se hermanan en uno de los discos más bellos que se pueden escuchar. “¿Qué es esa música tan bonita?”, dice Fernando Trueba que exclamó Niño Josele la primera vez que escuchó el piano de Bill Evans. Desde entonces, el guitarrista se sumergió en su música con tranquilidad, con esa serenidad que emana de la obra del pianista hasta hacerla suya en un largo y complejo aprendizaje, “reinventando la guitarra flamenca”, como escribió J.M. Martínez en El País. Niño Josele nació en Almería en 1974. Bill Evans lo había hecho en 1929 en Nueva Jersey (Estados Unidos). El guitarrista desciende de una larga dinastía de tocaores y el pianista comenzó a estudiar su instrumento a los seis años, impulsado por su madre. Los dos crecieron con la música al lado. Diferentes culturas pero parecida sensibilidad para buscar la nota precisa, la mejor armonía. Paz es un título consecuente con el hermanamiento entre Bill Evans y Niño Josele, como lo es con el álbum producido por Fernando Trueba y Javier Limón, fruto de un largo estudio, de una inmersión artesana del guitarrista en la música de uno de los grandes pianistas que ha dado el jazz. Peace Piece abre el álbum con la solitaria guitarra de Niño Josele. El sosiego y la musicalidad que desprende esta composición de Bill Evans grabada por el pianista en 1959 es el preludio de lo que será Paz: el hermanamiento más hondo entre el flamenco y el jazz. El álbum continúa con Waltz For Debby, un tema clave en el repertorio de Bill Evans, “casi podríamos decir su firma”, dice Trueba. Niño Josele está acompañado por el contrabajo de Marc Johnson, que formó parte del último trío de Bill Evans, y por la batería de Horacio El Negro, Hernández. Jazz por derecho con técnica flamenca en picados y rasgueados que sitúan esta nueva versión del tema compuesto por Evans en 1954 como una referencia para el futuro. El saxo tenor de Joe Lovano recorre The Peacocks, una composición de Jimmy Rowles (1918-1996), que fue pianista de Billie Holiday, Ella Fitzgerald, Carmen McRae y Peggy Lee. Lovano tocó en los 80 con Paul Motian, uno de los baterías preferidos de Bill Evans, y su lirismo impregna esta intensa balada. La voz de Freddy Cole, hermano de Nat King Cole y respetado jazzmen, aparece en I Do It For Your Love, una composición que Paul Simon grabó en 1975, que Bill Evans interpretó tres años después y que en la guitarra de Niño Josele cobra ahora una libertad nueva y diferente, con un excelente trabajo del contrabajista Marc Johnson. My Foolish Heart es un clásico del jazz compuesto por Victor Young y Ned Washington, tema central del filme homónimo y que en 1949 fue candidato al Oscar a la Mejor Canción. Era una de las favoritas de Bill Evans y la mantuvo en su repertorio desde 1961 hasta sus últimos conciertos. La trompeta de Tom Harrell, que tocó con Evans pocos meses antes de la muerte del pianista en septiembre de 1980, es un ejemplo de delicadeza y justifica las palabras que, dice Trueba, pronunció al término de la grabación: “Es mágico, como una película”. The Dolphin es una composición del brasileño Luiz Eça, recogida por Bill Evans en los sesenta y en la que Niño Josele vuelve a ejecer su magisterio sólo con la guitarra a la hora de asumir una complejísima fusión entre jazz y flamenco, rematando por granaínas. Hullo Bolinas está compuesta por el contrabajista Steve Swallow, grabada por Evans en 1973 y en Paz la reinventan Niño Josele y Marc Johnson a dúo, en uno de los temas más emocionados del álbum. La voz de Estrella Morente deslumbra en Minha, un tema de Francis Hime y Ruy Guerra, que se sostiene con la sola guitarra de Niño Josele enlazando la música brasileña, el flamenco y el fado. La trompeta de Jerry González y el contrabajo de Javier Colina rodean a Niño Josele en Never Let Me Go, un tema que Bill Evans grabó en 1969, mientras en Turn Out The Stars el guitarrista se asoma a la bulería en una composición del pianista que se convierte en lo más flamenco de Paz. El álbum se cierra con When I Fall In Love, un tema clásico interpretado, además de por Evans, por infinidad de artistas: Chet Baker, Tony Bennett, Nat King Cole, Sam Cooke, Miles Davis, Celine Dion, Stan Getz, Tom Jones, Marilyn Monroe... Niño Josele se queda a solas con su guitarra para escribir el epílogo de un álbum exquisito, elegante y admirable. “Sólo que Niño Josele se sitúe en tierra de nadie para edificar un auténtico monumento a la valentía y a la sensibilidad, debería ya considerarse como una proeza. Y si, además, los resultados le avalan, como es el caso, la cosa toma tintes de superlativo apasionado”, escribe Miquel Jurado en El País (Babelia, 24-VI-2006) sobre Paz, una opinión en la coinciden todos los críticos. Paz es un álbum que marca un antes y un después en el lenguaje guitarrístico porque, continuando con Miquel Jurado, “sólo es necesario escucharla para dejarse arrebatar por un sonido que no es flamenco ni jazz ni nada parecido y que lo es todo al mismo tiempo”. Paz es el tercer álbum de Niño Josele como solista y llega después de sus discos Calle ancha (1995) y Niño Josele (2003) y de sus colaboraciones con Enrique Morente, Diego El Cigala, Bebo Valdés o Andrés Calamaro. El piano y la figura legendaria de Bill Evans (1929-1980) han iluminado su guitarra, ofreciendo un camino nuevo y desconocido en el que sólo existe, única y simplemente, la música.http://www.guitarristajosele.com/castellano.html