La última Gala Flamenca del certamen minero se cerró con la actuación de tres artistas de larga trayectoria, El Lebrijano, Nano de Jerez y Manolete; y un Lámpara Minera, Manuel Cuevas, que volvía por la puerta grande a La Unión.
Martes, 12 de Agosto de 2008. El Festival Internacional del Cante de las Minas recibía con los brazos abiertos a los artistas que componían el cartel más purista de la presente edición, cerrando así las Galas Flamencas.
Juan Peña Fernández “El Lebrijano” demostró que es un artista de larga trayectoria, haciendo gala en su actuación de las particularidades de su cante y de su idea del flamenco de globalizar y de hermanar a dos culturas que convivían en la antigua Al Andalus, al ser considerado como el mayor heredero moderno de la tradición gitano-andaluza.
Por su parte, Cayetano Fernández González, Nano de Jerez, demostró dominar como nadie los cantes de su pueblo, Jerez. Nano se encuentra en el grupo de artistas veteranos que, curtidos en cien batallas, conocen bien el oficio, derrochan esfuerzo, y demuestran una gran entrega profesional.
Manuel Santiago Maya "Manolete" mostró su dominio del baile pausado, seguro y técnico, destacando en la farruca y las alegrías. Se trata de un bailaor genial que no propone una originalidad absoluta, un salto al vacío, sino la forma de aprovechar sus virtudes para presentar principios personales de estética y aún de ética flamenca.
Se esperaba en la Catedral del Cante la vuelta de uno de recientes vencedores de la Lámpara Minera, Manuel Cuevas. El sevillano destacó de nuevo por ser un cantaor comprometido con unos cantes que le apasionan e interpreta con la rigurosidad que le caracteriza, los cantes mineros, sabiendo transmitir como pocos el dolor del minero, pero a su vez, demostró su amplio repertorio, con el dominio de todos los palos del flamenco, que interpretó con sabiduría y frescura.
Se cierran así de forma brillante las Galas Flamencas del Cante de las Minas, a la espera del comienzo de los Concursos de Cante, Guitarra y Baile Flamenco.