Poco más de una hora duró la actuación del bailaor sevillano que vuelve a encandilar al público de La Unión.Con un repertorio de puro flamenco, y después de siete años sin pisar La Unión, Farruquito ha vuelto para no dejar indiferente a nadie. El sevillano ha hecho gala de su calidad como bailaor que ha mostrado en los mejores escenarios de todo el mundo, y el de La Unión no iba a ser menos.
Se trata de uno de los mejores bailaores del panorama actual del flamenco, que representa el baile más puro, sin florituras, que huele a añejo y que rescata las formas más ancestrales. Interpretó un amplio repertorio de seguiriyas, soleás y bulerías, entre otros palos flamencos.
A pesar de su juventud pero con una larga trayectoria profesional a sus “pies”, su nombre forma parte ya de la historia de La Unión. Como el resto de los artistas que participan este año en las galas del Festival, así como del desaparecido Morente, Farruquito ha descubierto, al término de su actuación, su Lámpara en la Avenida del Flamenco, a los Pies de la Catedral del Cante. En sus propias palabras “La verdad es que me hace mucha ilusión porque esto nunca me lo habían hecho. Estoy muy impactado porque esto quede sellado para la difusión del flamenco es una gran satisfacción. Me he sentido muy a gusto durante mi actuación con el público de La Unión”
Este lunes prosiguen las Galas Flamencas, conjugando guitarra y baile, con Tomatito y Blanca del Rey, que colgará su bata de cola en las tablas de La Unión, en su despedida oficial del baile flamenco. La bailaora cordobesa utilizará en su espectáculo “la soleá del mantón”, un mantón muy especial que ha llevado por todo el mundo, “el negro y blanco o marfileño” para interpretar su última soleá.
Foto: Cante de las Minas
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