Eusebio Rioja y Norberto Torres: "Niño Ricardo”
José María Castaño: " De Jerez y sus cantes”
Viernes, 5 de octubre de 2007 por Claude Worms
Dos libros indispensables para las ediciones Signatura de Flamenco, y Almuzara.
Eusebio Rioja y Norberto Torres son dos especialistas indiscutibles de la historia de la guitarra flamenca, y de su evolución musical y estética. Su monografía reciente consagrada a Niño Ricardo (Ediciones Signatura de Flamenco) es particularmente notable por su rigor, que quedaba demasiado a menudo la herencia de las obras consagradas a los compositores clásicos, y, más raramente, a los músicos de jazz.
El subtítulo del libro, " Vida y obra de Manuel Serrapí Sánchez ", refleja con puntualidad ambas partes. Eusebio Rioja firma el estudio biográfico. El autor nos avisa de eso en su preámbulo, " la biografía es estrictamente limitada a la actividad artística de Ricardo”. Limitando las incursiones en la vida privada del guitarrista a lo estrictamente necesario para la comprensión de la obra, nos dá en cambio un gran número de informaciones sobre su formación, sus giras con compañías de “Opera flamenco ", sus conciertos, sus colaboraciones con una multitud de artistas (E. Rioja insiste con razón en la familia Pavón _ Pastora, Tomás, e Pepe Pinto _, Juanito Valderrama, Antonio Molina, y Manolo Caracol), sus composiciones, sus registros … Colocando la obra de Ricardo en su contexto artístico, el autor les consagra algunos capítulos a los guitarristas que fueron sus contemporáneos: Luis Molina, Antonio Moreno, El Ecijano, Javier Molina, Mnolo Moreno, Currito el de Jeroma, Manolo de Huelva, Román el Granaíno, y sobre todo Ramón Montoya (algunos cuarenta páginas consagradas a Montoya justificarían por si solas la adquisición de la obra).
La parte musicologica es destinada a Norberto Torres, que lo cumple con su talento y su rigor habituales. Después de un capítulo corto que describe el estado de la guitarra flamenca al principio de la carrera de Ricardo y su evolución anterior, estudia sucesivamente el acompañamiento del cante (con un capítulo sobre los registros de Ricardo con la Niña de los Peines), luego las composiciones para guitarra solista, clasificadas por forma. Un sitio importante, y justificado, se consagra en Alegrías (análisis de " De Chiclana tiene Caí "); en Soleares (análisis de "Gaditanas"); en Serranas; y en Siguiriyas. Estos análisis muy precisos se apoyan en un gran número de ejemplos musicales, y desembocan en una definición del "ricardismo", concepto introducido por Manuel Cano en " La guitarra: historia, estudios y aportaciones al arte flamenco ", N. Torres profundiza en el contenido musicologico. Tres capítulos originales se refieren a la influencia de Ricardo sobre las generaciones posteriores, " la sonoridad de Ricardo ", y " Ricardo compositor y productor de " canciones aflamencadas " . Finalmente, el lector encontrará en apéndice un panorama muy completo de las particiones y los CD disponibles.
Cabe esperar que el éxito de la obra incite al editor a encargarles otras monografías a los autores. La Edición Almuzara desarrolla desde hace algunos años un catálogo copioso y flamenco. Las obras recientes parecen dibujar una colección consagrada a los altos lugares del género (Madrid, por José Blas Vega; Cádiz, por Catalina León; y Extremadura, por Eulalia Pablo Lozano). Jerez no podía faltar en esta serie: José María Castaño, productor del programa de radio Los caminos del cante, y autor de una bella biografía de Manuel Soto " Sordera ", nos entrega con " De Jerez y sus cantes " un estudio copioso y muy documentado sobre el sujeto.
Los primeros capítulos del libro son apasionantes, tratan sucesivamente de los orígenes (aplicación en Jerez de los descubrimientos de la última generación de investigadores, más referidos a la exhumación paciente de los archivos que al mantenimiento de los mitos; primeros creadores de formas de Siguiriyas y de Soleares (a partir del del trabajo en lo sucesivo clásico de Luis Soler Guevara y Ramón Soler Díaz: " Antonio Mairena en el mundo de la Siguiriya y la Soleá "); del génesis de Bulerías; de la obra de Antonio Chacón y de Manuel Torre; y "barqueros" que fueron Juan Mojama, José Cepero, Niño Medina, El Gloria, Tío José de Paula, Juanichi el Manijero, el Chalao, Pepe Torre, Tía Anica " La Piriñaca ", El Viejo Agujetas, Tío Borrico … El autor se entrega a propósito a algunas estimulantes reflexiones sobre la dialéctica, transmisión / creación. Insistiendo con razón en el papel capital de los "barrios flamencos " y de las " dinastías gitanas " de Jerez, no olvida sin embargo a algunos artistas atípicos, como Rafael el Moreno, Cobitos, Luisa Requejo, o Isabelita de Jerez. Añadamos que cada artista es objeto de consejos discográficos muy juiciosos y preciosos. Los capítulos consagrados a las generaciones posteriores, a partir del registro del mítico " Canta Jerez " (generación de El Sernita, El Sordera, Romerito, El Diamante Negro, y Fernando Gálvez; año 1950 60) pueden ' comprobar de una lectura más fastidiosa, al no evitar el autor siempre ¿ El escollo del catálogo (preocupación de no lastimar a nadie?). El lector podrá sin embargo sacar de eso, a merced de sus curiosidades o a merced de sus adquisiciones de discos, multitudes de informaciones biográficas y discográficas. Agradeceremos en J.M. Castaño de restrasarse a algunos artistas demasiado a menudo marginados, porque no llevando el nombre de algunas familias prestigiosas: profesionales excelentes, a menudo dominando, a fuerza de trabajo, la totalidad del repertorio del cante, y ni siquiera las formas jérézanes por excelencia que son Martinetes, Siguiriyas, Soleares, Soleares por Bulería, y Bulerías (tanto es verdad que la pertenencia familiar puede ser una prenda de autenticidad, pero ciertamente ninguna condición suficiente de calidad musical, desagrade de allí a algunas marcas de fábrica monomaníacas). Algunos de nuestros lectores se enterarán así con provecho de la existencia de Pepe Alconchel, de José Galán "El Bizco de los Camarones", y sobre todo de Manolo Simón (este último, es el autor de abundante discografía de alta calidad, comenzada en 1985 con LP " Solera flamenco de Jerez ". Con un poco de paciencia, usted podrá proporcionarse el CD "Castillo de Frontera", Calado Récord CD 041, y usted no lo sentirá).
Ediciones Signatura
Editorial Almuzara
José María Castaño: " De Jerez y sus cantes”
Viernes, 5 de octubre de 2007 por Claude Worms
Dos libros indispensables para las ediciones Signatura de Flamenco, y Almuzara.
Eusebio Rioja y Norberto Torres son dos especialistas indiscutibles de la historia de la guitarra flamenca, y de su evolución musical y estética. Su monografía reciente consagrada a Niño Ricardo (Ediciones Signatura de Flamenco) es particularmente notable por su rigor, que quedaba demasiado a menudo la herencia de las obras consagradas a los compositores clásicos, y, más raramente, a los músicos de jazz.
El subtítulo del libro, " Vida y obra de Manuel Serrapí Sánchez ", refleja con puntualidad ambas partes. Eusebio Rioja firma el estudio biográfico. El autor nos avisa de eso en su preámbulo, " la biografía es estrictamente limitada a la actividad artística de Ricardo”. Limitando las incursiones en la vida privada del guitarrista a lo estrictamente necesario para la comprensión de la obra, nos dá en cambio un gran número de informaciones sobre su formación, sus giras con compañías de “Opera flamenco ", sus conciertos, sus colaboraciones con una multitud de artistas (E. Rioja insiste con razón en la familia Pavón _ Pastora, Tomás, e Pepe Pinto _, Juanito Valderrama, Antonio Molina, y Manolo Caracol), sus composiciones, sus registros … Colocando la obra de Ricardo en su contexto artístico, el autor les consagra algunos capítulos a los guitarristas que fueron sus contemporáneos: Luis Molina, Antonio Moreno, El Ecijano, Javier Molina, Mnolo Moreno, Currito el de Jeroma, Manolo de Huelva, Román el Granaíno, y sobre todo Ramón Montoya (algunos cuarenta páginas consagradas a Montoya justificarían por si solas la adquisición de la obra).
La parte musicologica es destinada a Norberto Torres, que lo cumple con su talento y su rigor habituales. Después de un capítulo corto que describe el estado de la guitarra flamenca al principio de la carrera de Ricardo y su evolución anterior, estudia sucesivamente el acompañamiento del cante (con un capítulo sobre los registros de Ricardo con la Niña de los Peines), luego las composiciones para guitarra solista, clasificadas por forma. Un sitio importante, y justificado, se consagra en Alegrías (análisis de " De Chiclana tiene Caí "); en Soleares (análisis de "Gaditanas"); en Serranas; y en Siguiriyas. Estos análisis muy precisos se apoyan en un gran número de ejemplos musicales, y desembocan en una definición del "ricardismo", concepto introducido por Manuel Cano en " La guitarra: historia, estudios y aportaciones al arte flamenco ", N. Torres profundiza en el contenido musicologico. Tres capítulos originales se refieren a la influencia de Ricardo sobre las generaciones posteriores, " la sonoridad de Ricardo ", y " Ricardo compositor y productor de " canciones aflamencadas " . Finalmente, el lector encontrará en apéndice un panorama muy completo de las particiones y los CD disponibles.
Cabe esperar que el éxito de la obra incite al editor a encargarles otras monografías a los autores. La Edición Almuzara desarrolla desde hace algunos años un catálogo copioso y flamenco. Las obras recientes parecen dibujar una colección consagrada a los altos lugares del género (Madrid, por José Blas Vega; Cádiz, por Catalina León; y Extremadura, por Eulalia Pablo Lozano). Jerez no podía faltar en esta serie: José María Castaño, productor del programa de radio Los caminos del cante, y autor de una bella biografía de Manuel Soto " Sordera ", nos entrega con " De Jerez y sus cantes " un estudio copioso y muy documentado sobre el sujeto.
Los primeros capítulos del libro son apasionantes, tratan sucesivamente de los orígenes (aplicación en Jerez de los descubrimientos de la última generación de investigadores, más referidos a la exhumación paciente de los archivos que al mantenimiento de los mitos; primeros creadores de formas de Siguiriyas y de Soleares (a partir del del trabajo en lo sucesivo clásico de Luis Soler Guevara y Ramón Soler Díaz: " Antonio Mairena en el mundo de la Siguiriya y la Soleá "); del génesis de Bulerías; de la obra de Antonio Chacón y de Manuel Torre; y "barqueros" que fueron Juan Mojama, José Cepero, Niño Medina, El Gloria, Tío José de Paula, Juanichi el Manijero, el Chalao, Pepe Torre, Tía Anica " La Piriñaca ", El Viejo Agujetas, Tío Borrico … El autor se entrega a propósito a algunas estimulantes reflexiones sobre la dialéctica, transmisión / creación. Insistiendo con razón en el papel capital de los "barrios flamencos " y de las " dinastías gitanas " de Jerez, no olvida sin embargo a algunos artistas atípicos, como Rafael el Moreno, Cobitos, Luisa Requejo, o Isabelita de Jerez. Añadamos que cada artista es objeto de consejos discográficos muy juiciosos y preciosos. Los capítulos consagrados a las generaciones posteriores, a partir del registro del mítico " Canta Jerez " (generación de El Sernita, El Sordera, Romerito, El Diamante Negro, y Fernando Gálvez; año 1950 60) pueden ' comprobar de una lectura más fastidiosa, al no evitar el autor siempre ¿ El escollo del catálogo (preocupación de no lastimar a nadie?). El lector podrá sin embargo sacar de eso, a merced de sus curiosidades o a merced de sus adquisiciones de discos, multitudes de informaciones biográficas y discográficas. Agradeceremos en J.M. Castaño de restrasarse a algunos artistas demasiado a menudo marginados, porque no llevando el nombre de algunas familias prestigiosas: profesionales excelentes, a menudo dominando, a fuerza de trabajo, la totalidad del repertorio del cante, y ni siquiera las formas jérézanes por excelencia que son Martinetes, Siguiriyas, Soleares, Soleares por Bulería, y Bulerías (tanto es verdad que la pertenencia familiar puede ser una prenda de autenticidad, pero ciertamente ninguna condición suficiente de calidad musical, desagrade de allí a algunas marcas de fábrica monomaníacas). Algunos de nuestros lectores se enterarán así con provecho de la existencia de Pepe Alconchel, de José Galán "El Bizco de los Camarones", y sobre todo de Manolo Simón (este último, es el autor de abundante discografía de alta calidad, comenzada en 1985 con LP " Solera flamenco de Jerez ". Con un poco de paciencia, usted podrá proporcionarse el CD "Castillo de Frontera", Calado Récord CD 041, y usted no lo sentirá).
Ediciones Signatura
Editorial Almuzara
Nota: Traducido de http://www.flamencoweb.fr/spip/spip.php?article35#forum4